Una serie de grabados nipones registra un extraño suceso en una playa nipona.
Los grabados no tendrían nada de particular si no fuera porque incluyen una serie de objetos que se asemejan mucho a la idea de ovni de origen extraterrestre más extendida: la de un platillo volante de aspecto metálico y grandes ventanas en la mitad superior.
Los grabados no tendrían nada de particular si no fuera porque incluyen una serie de objetos que se asemejan mucho a la idea de ovni de origen extraterrestre más extendida: la de un platillo volante de aspecto metálico y grandes ventanas en la mitad superior.
El extraño suceso habría tenido lugar el 22 de febrero de 1803 en la playa de Hara-yadori. Unos pescadores se aproximaron hasta una extraña embarcación que flotaba en el agua y la remolcaron hasta la orilla. Se trataba de una nave de poco más de 5 metros de diámetro, reforzada en la parte inferior con algún tipo de material metálico y con ventanales en la parte superior que permitían ver cómo dentro aguardaba una mujer de piel rosada y cabellos rojos que se aferraba a una especie de tabla de madera mientras hablaba en una lengua incomprensible.
La historia parece formar parte del folklore japonés e investigadores como Kazuo Tanaka han dedicado su tiempo de estudio a este asunto que también interesó al canal History Channel, que realizó un documental sobre el asunto. En España, la revista Más Allá se hizo eco de todas las informaciones publicadas hasta el momento sobre este extraño suceso del que no se tienen muchos más datos. Sin embargo, en los grabados de algunos libros contemporáneos a la época en la que presuntamente tuvo lugar aquel extraño suceso, se han encontrado grabados que se refieren a una nave de dichas características y que, independientemente de su veracidad, han servido como base a numerosas leyendas niponas.
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